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La creciente demanda de soluciones de accesibilidad y movilidad residencial ha impulsado el desarrollo de una nueva generación de ascensores unifamiliares, adaptados a viviendas particulares.
Desde la instalación del primer ascensor para pasajeros en 1857, en el edificio neoyorquino de EV Haughwout en Manhattan, este sistema de transporte vertical ha sido clave en el desarrollo urbano. En España, su llegada se remonta a 1877, en el número 5 de la calle Alcalá de Madrid. Actualmente, el país lidera en número de ascensores por habitante en Europa, según la Federación Española de Ascensores.
La introducción del ascensor permitió la construcción de edificios más altos y modificó tanto la movilidad dentro de los inmuebles como la percepción social de sus alturas: los pisos superiores, antes menos valorados, pasaron a convertirse en los más demandados. Con el tiempo, se han incorporado avances tecnológicos que mejoran su fiabilidad, velocidad y seguridad.
La evolución más reciente de estos sistemas es su adaptación al ámbito residencial con los denominados ascensores unifamiliares o homelifts. Esta solución responde a la creciente demanda de accesibilidad, confort y diseño en el entorno doméstico, en un contexto marcado por el envejecimiento de la población y la necesidad de viviendas más inclusivas.
El desarrollo de los homelifts se ha visto favorecido por su carácter asequible y por su capacidad de mejorar la movilidad en el hogar, especialmente para personas con dificultades funcionales. Además, su incorporación supone una revalorización del inmueble.
Según Alberto Badás, responsable de marketing de Stannah España, “la tendencia del sector se orienta hacia una mayor integración tecnológica, con soluciones accesibles que combinan diseño, funcionalidad y facilidad de instalación”.
Entre las características técnicas más destacadas de estos ascensores se encuentran los sistemas de tracción por cable, el bajo consumo energético, la incorporación de iluminación LED y los mecanismos de seguridad avanzados, como el frenado automático, el control remoto y las funciones de emergencia. Su instalación simplificada, que puede realizarse en un solo día y con mínimas modificaciones estructurales, los diferencia de los modelos convencionales.
El mercado de ascensores domésticos continúa en expansión, impulsado por la innovación y por una demanda creciente de soluciones prácticas para mejorar la calidad de vida en el entorno residencial.
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