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La construcción industrializada con madera gana protagonismo como solución frente a la escasez de vivienda, la falta de mano de obra y los objetivos de descarbonización.
La compañía Arquima, especializada en construcción industrializada con madera, valora positivamente el impulso que representa el Perte de la Vivienda como herramienta para transformar el sector edificatorio en España. El proyecto estratégico del Gobierno contempla una inversión pública de 1.300 millones de euros a lo largo de la próxima década, con el objetivo de modernizar procesos, aplicar tecnologías industrializadas y formar personal técnico cualificado.
El plan prevé la construcción de una media de 15.000 viviendas industrializadas al año, alcanzando las 20.000 unidades anuales en 2035. Esta tipología constructiva permitirá reducir los plazos de edificación entre un 20% y un 60%, además de facilitar el acceso a la vivienda a colectivos con mayores dificultades, como los jóvenes.
Desde Arquima, su responsable de marketing y diseñador Passivhaus, Stefano Carlo Ascione, subraya que el crecimiento de la oferta no debe desligarse de criterios ambientales y de salud. “La industrialización es esencial para reducir las emisiones del sector, pero debe basarse en el uso de materiales saludables y sostenibles”, afirma.
Para la empresa, el Perte representa una oportunidad histórica para afrontar la actual emergencia habitacional. Entre sus propuestas, destaca la necesidad de rehabilitar el parque de viviendas vacías, impulsar la construcción en remonta en áreas urbanas consolidadas y garantizar que toda intervención incorpore eficiencia energética mediante el uso de materiales naturales, como la madera, en combinación con sistemas constructivos industrializados.
Arquima, activa desde 2007, defiende la neutralidad climática en edificación a través de soluciones basadas en entramado ligero de madera y CLT, aplicando principios de construcción pasiva, alto rendimiento energético y bajo impacto ambiental.
“Combinar las propiedades técnicas de la madera con fachadas industrializadas de altas prestaciones y los tiempos ajustados que permite la producción en fábrica es clave para renovar el parque edificatorio de forma eficaz, rápida y sostenible”, añade Ascione.
Desde Arquima identifican tres desafíos principales que afectan al sector:
Frente a ello, la empresa propone industrializar procesos para reducir la dependencia de oficios tradicionales, así como digitalizar las obras para optimizar recursos, reducir costes y minimizar desperdicios. En esta línea, Arquimia se posiciona como un agente que promueve un modelo de edificación más eficiente, digitalizado, seguro y ambientalmente responsable.
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