Empresas Premium
El Congreso de la Seca analiza la relación entre arquitectura y salud, destacando cómo el diseño de espacios influye en la recuperación, el bienestar y la calidad asistencial.
El Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (Seca), celebrado en Madrid con la participación de cerca de 1.000 profesionales sanitarios, ha dedicado una mesa redonda al vínculo entre arquitectura y salud. El encuentro destacó cómo el diseño de los espacios sanitarios repercute directamente en la recuperación de los pacientes y en el bienestar del personal sanitario.
Los ponentes coincidieron en que el entorno físico influye de forma comprobada en los resultados clínicos y emocionales. Se recordó que esta relación se reconoció ya en 1984, cuando un estudio demostró que los pacientes con vistas a la naturaleza se recuperaban antes y necesitaban menos analgésicos que aquellos cuyas habitaciones daban a un muro.
En la mesa participaron Elisa Pozo Menéndez (Mita Atelier y Fundación Matia), Azucena Pedraz Marcos (Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud, Investén-ISCIII) y José Luis López Guerra, jefe de Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. La sesión fue moderada por Laura Cambra Rufino, doctora arquitecta Edac y profesora en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (UPM).
Azucena Pedraz recordó el legado de Florence Nightingale, quien durante la guerra de Crimea demostró que la ventilación, la luz natural y la higiene podían reducir la mortalidad hospitalaria hasta un 40%. Su enfoque, señaló, inspiró la arquitectura sanitaria moderna y recuperó plena vigencia durante la pandemia de la COVID-19, cuando estos factores volvieron a situarse en el centro de la prevención y el cuidado.
Por su parte, José Luis López Guerra presentó el proyecto “Aquarioterapia”, desarrollado en el Hospital Virgen del Rocío, que ha mejorado la adherencia terapéutica y la satisfacción de los pacientes pediátricos oncológicos. El rediseño del espacio asistencial incluye murales marinos, realidad virtual y videojuegos creados con la colaboración de centros educativos de Sevilla. Los resultados muestran una reducción del uso de anestesia y una mayor predisposición de los niños a asistir a sus sesiones de radioterapia.
Elisa Pozo Menéndez compartió los resultados de sus investigaciones sobre unidades de convivencia en centros sociosanitarios, un modelo arquitectónico centrado en la autonomía, la interacción social y el contacto con la naturaleza. Los estudios desarrollados en Bélgica y España demuestran que estos entornos mejoran de forma significativa el bienestar físico y emocional de las personas mayores y con discapacidad, favoreciendo una arquitectura más humana e inclusiva.
La mesa redonda concluyó con un llamamiento a integrar la arquitectura como componente esencial de la calidad asistencial, reconociendo que los espacios donde se cuida modelan la forma de cuidar. Los asistentes coincidieron en que los entornos bien diseñados no solo humanizan la atención, sino que también promueven una práctica clínica más segura, eficiente y empática.