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La instalación "El Color de la Piedra", diseñada por el estudio Moneo Brock, se incorpora de forma permanente al espacio público de Porriño (Pontevedra), en homenaje al granito Rosa Porriño y a la tradición industrial de la piedra natural en Galicia
La instalación “El Color de la Piedra”, concebida por Belén Moneo y Yaiza Camacho del estudio Moneo Brock, se integrará de forma permanente en el espacio público de Porriño (Pontevedra), localidad gallega reconocida por su tradición en la industria del granito natural.
Tras su presentación en la feria internacional Stonegal 2025, celebrada en Vigo el pasado mes de junio, la pieza encuentra ahora un emplazamiento definitivo en el lugar de origen del granito Rosa Porriño, el mismo material con el que fue construida.
Diseñada específicamente para Stonegal, la instalación parte de una reflexión sobre la relación histórica entre piedra, arquitectura y arco. Está compuesta por una sucesión de arcos catenarios realizados en granito rosa Porriño, con variaciones de altura y proporción que generan un recorrido físico e interpretativo. La estructura está pensada para ser atravesada, habitada y contemplada, proponiendo una experiencia de interacción directa con el material.
Según explica Belén Moneo, cada arco puede entenderse como un umbral o un puente, simbolizando la conexión entre personas, tiempos e ideas. El diseño busca mantener una escala accesible que equilibre lo estructural con lo cotidiano.
La propuesta combina una aproximación artística con criterios de viabilidad técnica y pone en valor un material con fuerte arraigo local. “El Color de la Piedra” refleja el interés creciente por la piedra natural en la arquitectura contemporánea, una tendencia impulsada por los avances tecnológicos en transformación y diseño, y por una renovada mirada hacia los materiales duraderos y de origen natural.
“La piedra ha pasado de ser percibida como un material tradicional a convertirse en un componente central de la nueva arquitectura global”, señala Marisa Santamaría, comisaria del proyecto y responsable de su coordinación conceptual.
La instalación ha sido realizada con granito Rosa Porriño extraído y transformado por las empresas locales Lemmar Granite y Godoy Maceira, lo que refuerza el vínculo entre el proyecto y su contexto territorial. Su integración en el espacio urbano de Porriño supone un reconocimiento a la historia del material y una apuesta por su proyección cultural e internacional.
El resultado es un espacio que invita al encuentro, a la contemplación y a una experiencia sensorial en torno a la piedra, estableciendo un diálogo entre memoria constructiva, diseño contemporáneo y territorio.