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Iñaqui Carnicero destaca la industrialización de la vivienda como motor para modernizar la construcción, mejorar la seguridad laboral y avanzar en igualdad y sostenibilidad.
Durante las jornadas Città nel futuro 2030-2050, organizadas por la Associazione Nazionale Costruttori Edili (ANCE) en el museo MAXXI de Roma, el secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, Iñaqui Carnicero, destacó que la industrialización de la vivienda constituye una palanca esencial para modernizar la construcción y mejorar las condiciones de sus trabajadores.
Carnicero señaló que la construcción industrializada contribuye a reducir los riesgos laborales en un sector que todavía registra una alta siniestralidad, al tiempo que favorece la incorporación de mujeres, reduciendo así la brecha de género existente.
En su intervención, subrayó que el PERTE de Industrialización de la Vivienda, dotado con 1.300 millones de euros, impulsará la digitalización, la eficiencia y la productividad del sector. Además, defendió que este modelo permite construir más, mejor y en menos tiempo, lo que repercute directamente en la asequibilidad de la vivienda y en el acceso equitativo a ella, uno de los objetivos prioritarios del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.
El secretario general apeló a la creación de una alianza de país para aplicar de forma efectiva las medidas contempladas en la Ley por el Derecho a la Vivienda, con el fin de contener el aumento de precios y garantizar el acceso a una vivienda digna.
Asimismo, resaltó que todas las políticas impulsadas por el ministerio integran una visión global de la calidad arquitectónica, orientada a la sostenibilidad, la innovación y el bienestar social.
Carnicero insistió en la necesidad de avanzar hacia la descarbonización del sector y en la importancia de vincular igualdad y sostenibilidad como pilares del progreso económico y social. Recordó, además, que la calidad arquitectónica no debe entenderse solo desde una dimensión técnica o estética, sino también como el reflejo de las cuestiones sociales, políticas y medioambientales que sustentan el bienestar colectivo.
“Hablar de buena arquitectura —concluyó— es hablar de justicia social, eficiencia energética, igualdad y futuro.”