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Las viviendas inteligentes están evolucionando más allá del confort y la conectividad. Según el catedrático José Luis Esteban Penelas, el futuro del hogar pasa por entornos transformables, experiencias inmersivas y materiales innovadores.
Muchas de las tecnologías que hasta hace poco se percibían como futuristas ya forman parte del presente en el ámbito residencial. Hoy es posible controlar una vivienda mediante la voz o un smartphone, y en un futuro próximo, se espera que los hogares incorporen experiencias virtuales inmersivas. Según José Luis Esteban Penelas, catedrático de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad Europea, “las paredes se convertirán en paisajes urbanos o naturales que no solo se verán, sino que también se podrán escuchar y oler”.
Penelas señala que ya se están desarrollando inmuebles con capacidad de transformación espacial, mediante sistemas computacionales y mobiliario adaptativo. “La idea es dejar de habitar un único espacio para vivir en una multiplicidad de entornos, gracias a soluciones dinámicas que redefinirán por completo la arquitectura interior”, afirma. Este cambio también vendrá acompañado de materiales innovadores, con potencial para revolucionar el diseño y los procesos constructivos.
Actualmente, soluciones como termostatos inteligentes, iluminación adaptativa, sistemas de seguridad conectados a la nube o asistentes virtuales forman parte del día a día de millones de personas. Sin embargo, el reto va más allá del confort. Para Penelas, el desafío real es la eficiencia energética. Propone un modelo de vivienda con fachadas multicapa capaces de adaptarse al clima exterior y mantener constantes ambientales estables en el interior. “El objetivo debe ser avanzar hacia edificios de consumo energético nulo o casi nulo, gracias a la integración de inteligencia artificial”, añade.
En este contexto, la sostenibilidad se consolida como un pilar central en la evolución de las smart homes. La incorporación de sistemas de autogestión energética, tecnologías de gestión hídrica y construcción sostenible será clave en el desarrollo de las viviendas de próxima generación.
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