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La empresa Grupo Álava está colaborando en el proyecto de reconstrucción de las Torres Colón de Madrid, y aseguran que tiene un doble objetivo. Por un lado, convertir a estos edificios, construidos en los años 70, en un nuevo icono arquitectónico de la ciudad. Por otro, conseguir “que ambos edificios sean la primera torre de oficinas de España con un consumo energético prácticamente nulo”.
El proyecto de remodelación de las torres corre a cargo de luis vidal + arquitectos y la filial de ACS Dragados. Actualmente en marcha, va a emplear diversas soluciones estructurales que mejoren su diseño original. Contempla que las Torres Colón conserven su estructura original, totalmente suspendida, mientras que su exterior y su diseño sufrirán cambios para adaptarlos a las nuevas necesidades y requisitos que tendrá tras su finalización. Entre estos cambios está la eliminación del elemento superior del edificio, en forma de tapón, al que sustituirán cuatro plantas más de oficinas.
“Para abordar todas las modificaciones, es necesario realizar un control exhaustivo de la estructura del edificio. Es aquí donde interviene Grupo Álava que se encargó del control de vibraciones y sísmico de las Torres Colón durante los trabajos de demolición de elementos y remodelación de estructuras”, indican.
Con el control de vibraciones, la compañía se ha encargado de vigilar y detectar si las obras del edificio afectaban a su estructura. Una vez finalizadas las obras, tanto el control de vibraciones como el de seísmos seguirán activos en las torres, revisando si hay vibraciones o movimientos sísmicos que puedan afectar negativamente a la integridad de la estructura de las torres.
Para poder llevar a cabo el control de la estructura de las torres, Grupo Álava diseñó un sistema específico para el control de diversos parámetros estructurales del edificio. Entre ellos estaban la medida de su inclinación y el seguimiento de su nivel de tensión. Además, el Grupo vigiló las vibraciones registradas durante las tareas de derribo del exterior y los elementos sobrantes de las torres para adaptarse al nuevo proyecto.
Para realizar esta vigilancia continua se utilizó un sistema inalámbrico de última generación, que tenía como objetivo que el sistema de vigilancia funcionase incluso en medio de los trabajos de derribo y retirada de elementos más agresivos y potencialmente peligrosos para su estructura.
Las tareas previas del diseño de este sistema incluyeron la generación de un modelo BIM de la estructura de las torres, así como de sus planos estructurales. Para su elaboración se empleó una nube de puntos georreferenciada, que incluyó hasta la situación inicial de torsión histórica de los núcleos estructurales.
“Gracias a este sistema, desarrollado empleando las últimas tecnologías aplicadas al modelado y construcción de edificios, los expertos del Grupo Álava fueron capaces de vigilar de manera continua las obras de remodelación de las Torres Colón, para detectar y evitar cualquier daño en su estructura, por pequeño que fuese. Además, en el futuro podrán seguir vigilando los efectos que cualquier vibración y actividad sísmica produzcan en ella”, concluyen.
