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Cuarenta y seis años después de su cración, el arquitecto norteamericano Richard Dattner ha recuperado los clásicos playcubes para el mobiliario urbano. “Cuando creé los playcubes era un arquitecto joven e inexperto. En ese momento, los juegos infantiles eran en su mayoría toboganes, barras de escalada y balancines colocados en asfalto”, afirma.
Dattner pensó que podría haber mejores opciones. La geometría simple y el carácter abierto del producto ayudaron a inspirar nuevas maneras de jugar, diferentes interacciones y más exploración. “Pero hubo desafíos en la ingeniería, el diseño, los materiales y el coste que impidieron que alcanzaran todo su potencial. Cuarenta y seis años más tarde, estoy encantado de colaborar con Playworld para recuperarlos”, se felicita.
El arquitecto afirma que a pesar del tiempo pasado ha encontrado un proyecto con de ideas afines, “que aprecia la increíble importancia y el potencial del juego. Su experiencia en diseño, ingeniería y fabricación han hecho de Playworld una caja de juguetes para mí. Juntos, hemos recreado PlayCubes para que tengan más capacidad de juego, más identidad y sean más divertidos que nunca”, dice.
“Estoy asombrado por la profundidad del pensamiento, la ingeniería y la artesanía que trajeron al concepto, y encantado con los resultados”.
