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Fotocasa Research detecta un incremento de las dificultades económicas y de disponibilidad en el mercado de segunda vivienda.
El acceso a una segunda residencia, tanto en régimen de compra como de alquiler, se ve cada vez más condicionado por factores económicos. Según el último informe de Fotocasa Research, el 60% de los compradores identifica el precio de la vivienda como la principal barrera, una cifra que crece notablemente respecto al 51% registrado en 2024. Esta tendencia también se refleja en el alquiler: el 58% de los inquilinos señala el coste como el principal obstáculo, diez puntos porcentuales por encima del año anterior.
En el caso del alquiler, el segundo factor más citado es la falta de oferta disponible, mencionado por el 35% de los encuestados (frente al 32% del año anterior). Entre quienes optan por la compra, este problema también gana relevancia: afecta al 29%, frente al 21% registrado en 2024.
Los compradores también apuntan al estado de conservación de las viviendas como una barrera significativa, señalada por el 34%, en línea con los datos de 2024. A su vez, el desembolso inicial elevado gana peso como impedimento, al pasar del 19% al 25%.
Aunque tradicionalmente la adquisición de una segunda residencia no está sujeta a los mismos plazos que la compra de vivienda habitual, se observa una aceleración en los tiempos de búsqueda. La proporción de personas que tardan más de dos años ha descendido del 17% al 8%, mientras que quienes dedican entre uno y dos años han aumentado del 17% al 27%. También crecen ligeramente los que completan el proceso en un plazo de seis meses a un año (del 20% al 22%).
Entre los arrendatarios, el 29% logra cerrar una operación en menos de dos semanas, aunque esta cifra cae respecto al 35% del año anterior. Por otro lado, solo el 11% necesita más de seis meses para encontrar una vivienda en alquiler como segunda residencia.
El principal motivo de fracaso en la búsqueda de segunda residencia sigue siendo la brecha entre presupuesto y precios de mercado. Entre los compradores, este argumento crece 18 puntos porcentuales en un año, del 40% al 58%. En el alquiler, el salto es aún mayor: del 27% al 43%.
Otros factores que limitan el éxito de la búsqueda incluyen la inadecuación de la oferta a las necesidades del comprador (33%) y la escasez de vivienda en las zonas deseadas (26%). En el alquiler, esta última razón cae del 30% al 20%, y también se observa un descenso en los que no encuentran un inmueble acorde a sus expectativas (del 31% al 24%).
En cuanto a nuevas barreras, destacan el aumento de los requisitos impuestos por los propietarios (del 18% al 27%) y, en el caso del alquiler, la dificultad para alojar mascotas, que sube del 14% al 21%. Para la compra, también se incrementa el peso de las dificultades de financiación, que pasan del 8% al 14%.
Un 42% de los compradores considera que el tiempo invertido fue acorde a lo esperado, mientras que un 34% declara haber tardado más de lo previsto. No obstante, crece el número de quienes perciben que completaron la operación en menos tiempo: del 10% al 14%.
En el alquiler se detecta una evolución similar. Aunque el 42% afirma que los plazos fueron los esperados (frente al 45% del año anterior), el porcentaje de quienes experimentaron mayor rapidez sube del 9% al 18%. Paralelamente, disminuye la proporción de inquilinos que consideran que su búsqueda se prolongó más de lo deseado (del 34% al 29%).