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La obra nueva baja al 11% de las solicitudes hipotecarias, con precios al alza y una demanda concentrada en Madrid, Cataluña y Andalucía.
El mercado inmobiliario español a cierre de 2025 continúa condicionado por la escasez de oferta y la presión al alza de los precios. Aunque el contexto económico muestra fluctuaciones, la demanda estructural de vivienda sigue siendo elevada. El Banco de España estima que se necesitan 700.000 viviendas para cubrir la demanda existente. En este entorno, Gibobs.com, plataforma fintech-proptech especializada en obtener hipotecas de forma gratuita, señala que las solicitudes para obra nueva han descendido un 15,38% en 2025.
En 2024 estas propiedades suponían el 13% de las peticiones, mientras que en 2025 su peso se reduce al 11%, frente al 89% de solicitudes destinadas a vivienda de segunda mano. La tendencia confirma la combinación de escasez y encarecimiento de la obra nueva, cuyo precio medio solicitado ha aumentado un 8,91%, pasando de 284.728 euros en 2024 a 310.094 euros en 2025.
“Lo más probable es una estabilización con subidas suaves en zonas de alta demanda mientras la oferta siga limitada”, afirma Jorge González-Iglesias Baeza, CEO de Gibobs.com. Añade que no se prevé una bajada relevante sin un incremento sustancial del parque disponible. A medio y largo plazo, el escenario dependerá de la política de vivienda y del acceso a financiación, con precios tendiendo al alza pero de forma más moderada.
El importe medio de los préstamos solicitados para obra nueva también crece, un 8% en 2025, hasta 224.259 euros. Los solicitantes presentan una edad media de 38,2 años y suelen ser dos titulares por operación, con ingresos medios de 4.755 euros, destinando aproximadamente el 22% de su renta al pago de la cuota mensual.
El informe de Gibobs.com muestra además que el interés por la obra nueva se concentra en tres regiones que suman casi el 60% de las solicitudes: Madrid (20%), Cataluña (20%) y Andalucía (18%). Según González-Iglesias, la combinación de oferta limitada, presión turística y demanda internacional mantiene los precios muy por encima de la capacidad salarial en las zonas más tensionadas, configurando “un país a dos velocidades”: estabilidad o subidas moderadas donde la presión es mayor, y un comportamiento más equilibrado en áreas con mejor ajuste entre oferta, demanda y salarios.